El origen del Jamón Ibérico
Los primeros indicios del origen del Jamón Ibérico de bellota
Se cree que el pueblo ibérico introdujo el cerdo ibérico en España hacia el año 1100 a.C. Fueron estos fenicios quienes crearon las primeras salinas y secaderos en la costa gaditana para almacenar este valioso producto para su posterior consumo.
También hay pruebas de que comerciaban con embutidos antes de la llegada de los romanos a la península; esta información permite comprender cómo se creaba el jamón ibérico antes de haber oído hablar de que el jamón ibérico de bellota se asociaba únicamente con la carne de las paletas de los cerdos ibéricos.
El Jamón serrano durante la época romana
El primer documento sobre la historia del jamón del que se tiene constancia que menciona los lomos de jamón ibérico en latín y otros productos ibéricos, está escrito por Catón en la època romana, concretamente en los siglos III y II antes de Cristo.
En él se describe el procedimiento que se seguía para la conservación del jamón de bellota, que consistía en salarlo durante varios días cubriéndolo con una cantiadad de sal y «frotándolo en aceite», tras lo cual se procedía a su curación y así convertirlo en un producto de calidad.
La llegada de los romanos a la península ibérica revalorizó este producto y el comercio del jamón serrano se convirtió en uno de los más importantes de España, siendo también uno de los productos más exportados.
Los jamones de bellota más preciados procedían de Pompaelo (actualmente conocida como Pamplona), y eran tan caros, ¡que sólo las clases más pudientes podían permitírselos!.
Y como este alimento se consideraba lo suficientemente valioso, el emperador Augusto que gobernó entre el 27 a.C. y el 14 d.C. se crearon monedas con diseños que parecían jamones ibéricos.
Los romanos empezaron a consumir el jamón de bellota para abrir el apetito en los banquetes y sabemos por la historia que también lo consumían al final de una comida para reducir los efectos de la resaca.
Durante muchos siglos, el cerdo ibérico ha sido muy apreciado por su carne. En la sociedad romana, había incluso un funcionario encargado de sacrificar al animal, actividad que normalmente llevaban a cabo esclavos de prestigio que anhelaban la libertad mientras lo hacían.
n el año 301, el emperador Diocleciano promulgó el llamado Edicto de Precios, que determinaba cuánto costaba una pierna de cerdo menápico (o cerritano) fijado en 20 denarios.
El Jamón ibérico de bellota durante la época medieval
Trás la caida del imperio romano, durante la época medieval, el jamón ibérico de bellota formaba parte de la dieta habitual de los señores.
En la península ibérica, donde su producción y consumo eran elevados en comparación con otras provincias europeas, se perfeccionaron las técnicas romanas dando lugar a varias recetas tradicionales.
La producción de jamón curado, prohibida por el Islam pero permitida por los cristianos debido a sus monasterios religiosos y conventos en los que existían instalaciones para el sacrificio de cerdos ibéricos, ejemplifica este choque entre dos culturas muy diferentes.
La expansión de los territorios españoles en los siglos XII y XIII no sólo impulsó el comercio del jamón de bellota a través de las fronteras nacionales, sino que también provocó un aumento de los movimientos de ganado.
Nuestros productos se exportaban cada vez más, y los jamones ibéricos se hicieron famosos por su suave textura.
Los cerdos ibéricos y ganado vacuno comenzarón a aparecer tanto en las zonas rurales como en las ciudades, ya que los colonos españoles buscaban nuevas tierras para cultivar o refugiarse de otras facciones beligerantes; sin embargo, no todos podían permitirse estos costosos animales.
A pesar de ello, muchos se las ingeniaban para adquirir algún tipo de ganado de raza ibérica intercambiando ilegalmente bienes como granos de café o armas de fuego por jamón curado o carne de cerdo, que era muy codiciada para el consumo tanto de los plebeyos como de la realeza, ya que en esta época no existía un mercado legal para este tipo de productos fuera de las fiestas paganas.
El Jamón serrano en el siglo XIX
Pero no fue hasta el siglo XIX cuando se popularizó entre todas las clases; ahora ya habrán oído decir que «se aprovechan hasta de los andares del cerdo».
Hace dos siglos, el jamón ibérico de bellota no figuraba en el menú con mucha frecuencia, pero su popularidad ha crecido enormemente desde entonces.
A la gente le encanta consumir esta carne de cerdo ibérico y sobretodo el jamón ibérico desde que se han formalizado la mayoría de los procesos de conservación y ahora es más segura que nunca gracias a la tecnología, como las cámaras frigoríficas.
El jamón ibérico de bellota ha sido una parte vital de la cultura española durante siglos, y ahora está experimentando un emocionante aumento de popularidad.
En las Exposiciones Universales de París (1867), Viena (1873) y otras de Europa, los jamones ibéricos ganaron premios por su calidad productiva.
El Jamón serrano en la actualidad
Hoy en día existen dos tipos: los productores tradicionales que utilizan sistemas automatizados mientras que otros continúan con las técnicas manuales; sin embargo, su objetivo sigue siendo el mismo: producir un jamón curado de la mejor calidad posible utilizando la tecnología moderna.
En 1960, el cerdo ibérico recibió atención de su sistema de producción con el objetivo de producirlo de forma extensiva. ¡Desde entonces se ha convertido en una especie única en el mundo tanto por su cría como por su deliciosa textura que ofrece a la gente algo muy exclusivo y delicioso!
Y este ha sido nuestro artículo sobre la historia del Jamón serrano, os hemos aclarado de donde nace quién inventó el jamón de bellota ibérico, como durante el imperio romano se iniciaron las técnicas de conservación salando el jamón de pata negra y como siguió evolucionando durante el medievo la elaboración de jamones ibéricos.
¡Ahora que ya conoces la historia del jamón serrano solo te queda disfrutar de él!. Te invitamos de pasar de la teoría a la práctica, ¡la mejor parte!
Si eres un amante del jamón ibérico y quieres disfrutar aprendiendo, aquí en Jamón del Bueno tienes los mejores artículos para que aprendas a diferenciar entre un buen jamón ibérico o serrano o las claves para comprar un buen jamón de cebo de campo. También puedes indagar sobre las denominaciones de origen como, dehesa de extremadura, jabugo, etc.
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